miércoles, 8 de noviembre de 2017

PORQUÉ he firmado el Manifiesto de los “COMUNS FEDERALISTES”, aunque me falte algo, y PORQUÉ “els COMUNS” NO tienen garantizado mi voto el 21-D


He firmado el Manifiesto de “Comuns federalistes” porque estoy de acuerdo con lo que dice, como firmé su documento contra la participación en el 1-O, un no-referéndum sin garantías democráticas.

Pero me falta: 1) una reflexión sobre la ostentosa participación de su plana mayor el 1-O, y 2) un pronunciamiento claro sobre la independencia de Catalunya, superando la “neutralidad” sobre el tema manifestada en las elecciones del 27-S, durante el gobierno Puigdemont, en relación  con el 1-O y, hasta ahora, en relación con el 21-D.

Mis planteamientos inequívocamente antiindependentistas, a partir de la apuesta por mantener la unidad, identidad y solidaridad de la clase trabajadora española, están explicados en el Manifiesto del 21-S (http://lopezbulla.blogspot.com.es/2017/08/manifiesto-para-el-acto-del-dia-22-de.html) y en mi intervención en el acto de presentación del mismo (http://iboix.blogspot.com.es/2017/09/por-la-unidad-y-solidaridad-de-la-clase.html).

Al igual que contra la DUI, me he pronunciado reiteradamente contra la violencia policial del 1-O, contra la forma cómo se ha aplicado del art. 155, contra los encarcelamientos decretados por la juez Lamela. Y ahora me pronuncio contra el evidente deterioro que los independentistas están provocando en la vida económica de Catalunya (y hablan de “parar el país”, ¿no tienen nada que decir al respecto los “comuns” y los sindicatos?).

También me pronuncio por un “referéndum pactado”, aunque a mi me bastaría una “consulta políticamente vinculante” para la entidad convocante y las principales organizaciones participantes, una consulta que no precisaría de una reforma constitucional previa.

Pero las coincidencias no son suficientes para apoyar a los “comuns”, a la candidatura que encabezará Xavier Domènech el próximo mes de diciembre. Aunque algunos plantean las próximas elecciones  como reivindicación de la independencia o el apoyo a una República que no saben si ya la han proclamado y dónde existe, el 21-D no es un referéndum sobre la independencia, sólo son unas elecciones “autonómicas”. Pero la cuestión de la independencia está en la calle y sigue estando en los planteamientos de Puigdemont, Junqueras y compañía, en la atmósfera política, y, lo que es más importante, en la amplísima movilización de la ciudadanía catalana en la última etapa, en los 11-S, así como en las muy masivas manifestaciones a favor y en contra de los últimos meses. Por ello, y por sus contenidos, no se trata de una cuestión secundaria en la vida política, aunque lamentablemente esté sirviendo para ocultar problemas fundamentales. Hay que pronunciarse pues sobre el contenido, sobre la relación de Catalunya en o con España, no sólo sobre la forma para abordarlo. En este momento cualquier organización política, cualquier propuesta, no puede ignorarlo.

Una opción “federalista” debe significar estar activamente contra la independencia, no sólo contra la independencia “unilateral”. Por ello, insisto, no hay que pronunciarse sólo sobre el procedimiento, también y con claridad sobre el contenido.

Pero de nuevo los “comuns” como organización política que es (o pretende ser), no se atreven, siguen en tierra de nadie.

Desde Alcalá de Henares voté a PODEMOS en las últimas elecciones municipales y generales. Si hubiera estado censado en Barcelona (como ahora ya estoy) hubiera votado a Ada Colau y Xavier Domènech. Me gustaría poder hacerlo en esta próxima convocatoria electoral.

Ahora, en la precampaña y en el inicio de la actual campaña electoral, mis votos son para que los “comuns federalistes” conquisten un significativo espacio y peso en la vida política catalana. Y mi disponibilidad para participar en las iniciativas que para tal fin organicen.

El 21-D mi voto dependerá de si abordan con claridad estas cuestiones, si se “mojan” sobre la independencia.





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