jueves, 4 de agosto de 2011

Seminario sindical en Bogotá (Colombia) sobre subcontratación

Del 26 al 28 de julio participé en Bogotá en un seminario sindical convocado bajo el título de “Seminario internacional contra la tercerización laboral” y organizado por la ICEM-Colombia. En él participaron 210 sindicalistas colombianos junto con el Responsable del Sector Químico del Secretariado de la Federación Sindical Internacional ICEM y delegaciones sindicales de Brasil (3 personas de CUT y UGT), Uruguay (1 de CUOPYC - PIT-CNT), Perú (1 de FENUPETROL-CGTP), Ecuador (2 de Comité de Empresa Eléctrica Quito SA – CTE) y España (1 de FITEQA-CCOO). Este seminario se desarrolló en el marco de un programa de cooperación sindical de la FNV holandesa (“Programa País – de la solidaridad a la corresponsabilidad”) con la colaboración del Observatorio Social de la CUT-Brasil.


A lo largo del seminario se expresó la solidaridad con el sindicalismo colombiano. Colombia sigue ostentando el triste primer lugar de sindicalistas asesinados en el mundo. Este año ya han sido 20 los sindicalistas asesinados en el primer semestre. ¡Desde 1986 los sindicalistas asesinados ascienden a 2.778! La gran mayoría objeto de la acción terrorista de los grupos paramilatares de extrema derecha, aunque en algunos casos alguna organización sindical colombiana ha denunciado la acción criminal de la guerrilla (FARC y/o ELN).



Aspecto destacable (y destacado en el curso del seminario) fue la participación en las sesiones de apertura y clausura de los Presidentes de las 3 principales confederaciones sindicales de Colombia, CUT, CGT y CTC, lo que dio lugar a una exigencia de unidad sindical por parte de muchos de los asistentes y a un compromiso de trabajar con este objetivo por parte de las 3 centrales.

Las organizaciones colombianas que presentaron ponencias y hegemonizaron el debate fueron los “sindicatos de industria” SINTRACARBON (de la industria extractiva del carbón), USO (sindicato del sector del petróleo), SINTRAELECOL (sindicato del sector eléctrico) y SINTRAVIDRICOL (sindicato del sector del vidrio), todas ellas afiliadas a la CUT e integrantes de la coordinadora ICEM del país.

Las ponencias y debates del seminario se desarrollaron entre lo que se apunta en el título, es decir un combate “contra” la “tercerización” (expresión utilizada en Latinoamérica para designar el fenómeno que nosotros conocemos con “subcontratación”) y que en varias intervenciones se identificó con “acabar” con ella, y lo que fue también una constante en el debate y que se sintetizaba como la acción sindical para conquistar una “igualdad de derechos” para los trabajadores de esta modalidad contractual, convencidos que ello contribuiría a limitar este tipo de contratación a actividades que quizás la justificaran por exigencias técnicas y de organización de la producción, y no sólo por el abarataniento de costes resultado de la precariedad laboral. Elocuente para este debate fue la aportación brasileña, señalando que hoy Brasil es en Latinoamérica el país con una peor regulación de la subcontratación como consecuencia de una etapa, ya superada, en la que el sindicalismo brasileño rechazaba hacer propuestas sindicales al respecto porque ello, se decía, supondría reconocer y legitimar un fenómeno contra el que se estaba luchando.

Total unanimidad se expresó en la reconocida necesidad de afiliar a los trabajadores de las contratas y subcontratas, partiendo ciertamente de un rechace sindical inicial, más o menos encubierto, derivado de ciertas dificultades legales y por la sensación entre los trabajadores de las empresas principales de la existencia de intereses contradictorios entre ellos y los “tercerizados” en relación con el empleo y con las desiguales condiciones de trabajo y salario. Se apuntaron además lógicas prevenciones en Colombia al considerar que en algunas zonas las empresas contratistas podían estar controladas por los “paramilitares”. Del desarrollo del seminario se desprende que las reticencias originales se han superado, sin olvidar los problemas mencionados, con una activa política sindical de organización y acción sindical de los trabajadores “tercerizados” desde el sindicalismo colombiano.

En el análisis del fenómeno de la subcontratación se puso de manifiesto la importancia de relacionarlo con otros cuya incidencia en la propia subcontratación y su significación apareció como esencial. Se trata de las demás formas de precariedad laboral, así como la incidencia de la economía informal (sumergida o “negra”), así como los problemas específicos de sindicación y de cobertura de la negociación colectiva en los trabajadores “tercerizados”.

Otra característica del seminario, expresada en diversas intervenciones de los sindicalistas colombianos y en algunas de los intervinientes de las delegaciones internacionales, fue la afirmación de la necesidad cierta de analizar el fenómeno y de denunciar los abusos que genera (mucho más acentuados en Latinoamérica que en Europa), pero de no quedarse ahí, como sucedía en muchas intervenciones (seguramente para ello no era demasiado necesario organizar el seminario para reiterar algo ya sabido), sino en avanzar con propuestas sindicales para la acción y la negociación, partiendo ya de una rica experiencia en Colombia. Así se puso de manifiesto en varias intervenciones, que luego se resumen, subrayando la necesidad de analizar más la propia experiencia para “aprender de lo que ya hacemos” y no en recrearnos en la denuncia (“el lloro y la queja” en palabras de otros intervinientes).

Se señalan a continuación algunas informaciones complementarias a estos apuntes genéricos y referidas a características concretas de los diversos sectores industriales de Colombia o de los países de los que hubo participación sindical en el seminario.


1.- Colombia

1.1.- El país

Algunos datos de la situación laboral y sindical de Colombia:

· Población activa: 22 millones
· En la economía informal: 55 %
· Trabajadores con contrato indefinido: 15 %
· Con contrato temporal (y cotizando a la SS): 15 %
· Trabajadores en paro: 28 % según datos sindicales y 11% según el Gobierno
· Trabajadores en Empresas Temporales de Servicios (nuestras ETTs): en torno a 1 millón
· En la sanidad de Bogotá el 80% de los trabajadores dependen de “cooperativas de trabajo asociado” (fórmula que encubre la subcontratación de la actividad a aparentes cooperativas de trabajadores)
· Tasa de afiliación al conjunto de centrales sindicales: 3,78 %
· Cobertura de la negociación colectiva: 2 %

Aunque no era el objetivo central del seminario, en varias intervenciones se abordó el problema de los “pactos colectivos” y experiencias concretas de cómo desbordarlos. Se trata de “pactos” que algunas empresas intentan acordar con grupos de trabajadores al margen del sindicalismo organizado (los acuerdos concluidos con los sindicatos son los “convenios colectivos”, que la legislación del país prevé solamente como de empresa).

En el debate se planteó el problema que supone que con esas tasas de negociación colectiva y de afiliación sindical (2 y 4 %), existan empresas como islas en el entramado laboral colombiano, con potentes convenios colectivos, con salarios claramente superiores a la media y con tasas de afiliación entre el 80 y el 90%. En algunos casos también entre los trabajadores “tercerizados”, con porcentajes muy superiores a los promedios del país. Son diferencias que suponen un riesgo de aislamiento de los que mejor están y de insolidaridad en ambos sentidos. Una cuestión, como se reconoció también por parte de sindicalistas colombianos, que subraya que la solidaridad interesa tanto a los que la reciben como a los que son llamados a practicarla. Un problema que se plantea en el sindicalismo mundial, global, pero también en el seno de cada país.


1.2.- En la industria del carbón (SINTRACARBÓN)

El eje de este sector industrial colombiano son las minas de Cerrejón, las mayores minas mundiales de carbón a cielo abierto, cuya propiedad ostentan 3 multinacionales (BHP Billiton, Anglo American y Xtrata ). En febrero de este año se firmó el convenio colectivo para los trabajadores de plantilla después de una dilatada movilización, con convocatoria de huelga, contra la que votaron sólo 25 trabajadores, y que suponía incrementos salariales, “bonos por producción”, ayuda para los hijos de los trabajadores en la universidad, asistencia sanitaria, … Algunos datos de esta empresa son:

· Trabajadores directos 5.000
· Afiliación sindical a SINTRACARBON: 4.200
· Trabajadores en contratas y subcontratas: 6.000 a 7.000 (en 300 empresas)
· Afiliación sindical en las contratas y subcontratas: 800
· Retribución media de los “tercerizados”: un tercio de los directos

SINTRACARBON empezó como “sindicato de base”, pero pronto se transformó en “sindicato de industria” para poder afiliar a trabajadores de otras empresas, de las contratas y subcontratas en particular. Para la afiliación de éstos, el sindicato ha estado debatiendo entre dos posibles fórmulas: sindicatos de base en cada empresa (con lo que podían negociar sólo empresa por empresa), o sindicato de industria, para una negociación global. Finalmente optaron por fomentar la adhesión a los sindicatos de base por empresa contratista y de éstos al de industria (SINTRACARBÓN). Es un tema que sigue abierto y en relación con el cual la Confederación CUT estableció ya criterios generales cuya traducción concreta siguen examinando. El sindicato de industria SINTRACARBON se está planteando en todo caso el desarrollo de la acción sindical de los trabajadores “tercerizados” (de las contratas y subcontratas) de una forma muy activa.

Para valorar la significación de las tasas de afiliación entre los trabajadores directos (82%) y entre los “tercerizados (12 %) conviene no olvidar que el promedio en el país no llega al 4%.

SINTRACARBON está debatiendo como avanzar hacia un Acuerdo Marco para toda la industria del carbón que incluya a las contratas y subcontratas, fijándose además como objetivo pasar a trabajadores directos todos los “tercerizados” en actividades esenciales.

Sindicalistas de las empresas contratistas explicaron diversas experiencias de afiliación y acción sindical y negociación colectiva en esas empresas.


1.3.- En la industria del petróleo (USO)

La Unión Sindical Obrera de la Industria del Petróleo (USO) viene desarrollando una activa labora de sindicalización de los trabajadores de las contratas del sector. En estos momentos tiene 23.000 afiliados, de los que 5.000 son trabajadores directos, la mayoría de ECOPETROL, la petrolera colombiana, y 18.000 de los “tercerizados” de esta industria. Afiliación, acción sindical, movilización y victorias sindicales, como la reciente reincorporación de los 1.283 despedidos en la huelga de ECOPETROL de 2004.



En las últimas semanas se han desarrollado importantes movilizaciones en la región de Meta, en los municipios de Puerto Gaitán y Campo Rubiales, protagonizados esencialmente por los trabajadores de las contratas de CEPCOLSA (filial de la española CEPSA[1]) y de la canadiense Pacific Rubiales Energy. Tras diversas manifestaciones, asambleas y choques con la policía, con negociaciones con la dirección de USO en las que participó la vicepresidencia del país, se alcanzaron algunos preacuerdos sobre respeto a los puestos de trabajo y mejoras en sus condiciones, y cuya eficacia estaban verificando los dirigentes sindicales.

En la industria del petróleo de Colombia hay en estos momentos unos 70.000 trabajadores “tercerizados” que trabajan en las instalaciones industriales de ECOPETROL y de diversas multinacionales petroleras, particularmente norteamericanas.


1.4.- En la industria de la electricidad (SINTRAELECOL)

En las empresas de la electricidad colombianos trabajan en estos momentos 7.600 trabajadores directos (de los que 5.600 están afiliados a SINTRAELECOL) y 25.000 “tercerizados”. El sindicato, como sindicato de industria, se ha planteado la afiliación directa de los trabajadores de las contratas y subcontratas y ha desarrollado algunas experiencias que consideran positivas en la defensa de los puestos de trabajo a través de lo que denominan “contrato sindical”, directamente establecido por la empresa y la dirección sindical para la contratación de trabajadores afiliados. Ello ha permitido por ejemplo el mantenimiento de la actividad industrial en la central eléctrica de Paipa y los puestos de trabajo para 134 afiliados al sindicato. Este tipo de contratación ha motivado un abierto debate sindical, habiéndose pronunciado claramente en contra las centrales CUT (a la que sin embargo pertenece SINTRAELECOL que ha aplicado esta fórmula) y CTC, mientras que la CGT lo asume como posible en algunas situaciones.


1.5.- En la industria del vidrio (SINTRAVIDRICOL)

Desde el también sindicato de industria SINTRAVIDRICOL se informó de diversas experiencias de acción sindical y negociación colectiva de empresa, particularmente de una campaña de sindicalización desarrollada a lo largo de año y medio. Resultado de esta campaña, en las 5 empresas del Grupo ROSS, tras una huelga de 23 días, consiguieron un convenio colectivo (eliminando los “pactos colectivos” y pasando todos a convenio) en el que junto con incrementos salariales (y aumento de prestaciones para vivienda, entierro, gafas, fallecimiento de familiares, …) consiguieron la “primerización” (paso a contrato directo) de 83 “tercerizados” así como multiplicar por 4 las “horas sindicales” disponibles.

Esta industria tiene gran importancia en el país, ya que en ella se integran más de 7.000 centros de trabajo, con un total de 640.000 trabajadores, de los que 348.000 tienen contrato indefinido, 114.000 temporales y 178.000 “tercerizados”.


2.- BRASIL

El fenómeno de la subcontratación (“tercerización”) es también muy importante, siendo un ejemplo evidente la situación en la industria del petróleo pública (PETROBRAS), donde trabajan 77.000 trabajadores directos y nada menos que 296.000 “tercerizados”. Sin embargo en Brasil la mayoría de los trabajadores tercerizados están en la economía formal. El crecimiento de la actividad de contratas y subcontratas ha sido notable, pasando en el área de Sao Paulo de 60.000 trabajadores de contratas y 250 empresas de tal naturaleza en el año 1985, a 423.973 trabajadores y 6.000 empresas en el 2005.

Es interesante examinar el planteamiento sindical del tema en eses país, explicado por los sindicalistas brasileños. Brasil, de tan significativa historia sindical y política en estos últimos años, es el país Latinoamericano con peor legislación, casi nula, sobre el tema. Todavía, la única referencia positiva, que empieza a ser significativa, es la jurisprudencia. Explicaron los sindicalistas el bloqueo del tema como consecuencia de la teoría, dominante en la CUT en una primera etapa, de que plantearse una regulación positiva del fenómeno suponía legitimarlo, por lo que se limitaron a combatirlo, esencialmente en sus declaraciones, mientras se iba extendiendo en la práctica de las relaciones laborales. Ahora se han planteado abiertamente revisar esta negativa política sindical.

Problema complementario es la dificultad para avanzar en las propuestas para una nueva legislación sindical que en su día hizo Lula desde la Presidencia y que se vio obligado a aparcar por las reticencias que encontró incluso entre los sindicatos (que daban prioridad a las supuestas ventajas de la situación establecida): en Brasil la afiliación es esencialmente aún por categoría profesional, lo que estimula el corporativismo y la división, y los sindicatos mayoritarios en los diversos ámbitos administrativos tienen el monopolio de la negociación colectiva y de las subvenciones del Estado. Todo ello está incidiendo muy negativamente en la acción y organización sindical y en la negociación colectiva. Ha llevado además a que exista un sindicato “general” de los trabajadores “tercerizados”: SINDEEPRES. Sin embargo la FUP-CUT (organización sindical unitaria en el sector del petróleo) ha logrado negociar 50 convenios colectivos para los trabajadores “tercerizados” del sector (recuérdese que hay casi 300.000 sólo en PETROBRAS).




3.- ECUADOR

El representante sindical ecuatoriano señaló la amplitud del fenómeno de la tercerización en Ecuador hasta la “revolución ciudadana” que ha significado la presidencia de Correa. Los trabajadores de las contratas y subcontratas tenían salarios de un tercio de los de las empresas principales en el sector estatal y de un cuarto en el privado.

La nueva Constitución del país estableció la prohibición de la “subcontratación” a través del “Mandato 8” de eficacia directa, lo que llevó a que unos 400.000 trabajadores pasaran a las plantillas de las empresas principales, con contratos de mínimo de 1 año, y los que llevaban ya más de 6 meses en su puesto de trabajo quedaron como fijos.

Sin embargo, la propia norma dejó la puerta abierta a que se mantuvieran formas de subcontratación en actividades que resultaran “complementarias” de las actividades esenciales y propias de las empresas y para las que pudieran definirse como “servicios técnicos especializados”. Ello ha llevado a que, en este momento, la composición de los trabajadores ecuatorianos es: sobre un total de 4 millones de trabajadores ocupados, 2 millones tienen contrato directo y estable, 1 millón están en la economía informal y 1 millón están “tercerizados” en tales actividades complementarias.

La afiliación en el país es del orden del 3%, a pesar de la afirmación de progresismo del gobierno (aunque no sea ciertamente su tarea la de organizar sindicalmente a la clase trabajadora), y los sindicatos se han orientado a trabajar en el ámbito de una “Coordinadora Nacional por la defensa de la democracia y el socialismo”, han creado una “Red de organizaciones sindicales del sector público” y se orientan en el mismo sentido en el sector privado.



4.- PERÚ

Algunas cifras del país expuestas por el representante de FENUPETROL-CGTP son de 13 millones de ocupados sobre una población activa de 19 millones, de los que un 48% estarían en la economía formal. En el país se ha producido en la última etapa un fuerte crecimiento económico, del orden del 8,8% del PIB, sin que hasta el momento ello haya repercutido en mejores condiciones de vida y de trabajo para la mayoría de la población. Manifestó el apoyo del sindicalismo al nuevo presidente Ollanta Humala y las esperanzas que éste ha suscitado.


5.- URUGUAY

El representante del PIT-CNT explicó las características del sindicalismo uruguayo, unitario, con presencia de muy diversas corrientes en su seno, lo que hasta ahora impide su afiliación formal de la Confederación uruguaya a la Confederación Sindical Internacional, CSI, (tampoco participa en otras estructuras sindicales mundiales) pero no la de la mayoría de sus Federaciones sectoriales a las Federaciones sindicales Internacionales vinculadas a la propia CSI. Señaló también la apuesta del sindicalismo colombiano por el éxito del Frente Amplio que gobierna en el país con el apoyo sindical expreso pero manteniendo la autonomía del sindicalismo unitario y desarrollando la directa acción sindical en relación con los empresarios y el propio gobierno.


6.- Algunas referencias mundiales. Conclusiones

La “tercerización”, la contratación a través de agencia (ETTs), y otras formas de trabajo precario, son hoy sin duda una característica de las relaciones laborales en el mundo. Por ello, se presentaron y se recogen a continuación algunos datos expuestos por el representante de la ICEM en el seminario:

· Agencias privadas de colocación hoy en el mundo: 72.000 agencias.
· En la industria del metal alemana los trabajadores de ETTs ganan en promedio 776 € menos que los mínimos establecidos en los convenios colectivos de las empresas a las que son “cedidos”
· En Japón el 70% de los trabajadores precarios en sus diversas modalidades son mujeres, en Corea es el 67.7%, con retribuciones en ambos casos inferiores en un 33% a las de los hombres
· En Corea el 55% del mercado de trabajo se organiza a través de ETTs, subcontratas y trabajos de duración determinada, con retribuciones del 52% de las de los fijos.
· La afiliación sindical de los trabajadores de ETTs es muy diversa: en cabeza Dinamarca, con el 50% y Finlandia con el 44%, para situarse en Holanda en el 17%, Austria en el 5%, Alemania el 4,3%, Italia el 1,7%, Francia el 0,9%

La característica “global” del fenómeno de la precariedad no debe hacernos olvidar otra, también de globalización: la subcontratación desarrolla las relaciones internas en los procesos de producción de modo que cada vez los productos consumidos, esencialmente en el Norte, son resultado de cadenas de producción mundiales, que atraviesan todos los continentes. Por ello la significación de este fenómeno no deriva sólo de sus dimensiones, sino también de que con él se concretan relaciones productivas y comerciales que deben significar también relaciones sindicales, de activa y consciente coordinación y solidaridad a través de los continentes para avanzar hacia estructuras sindicales globales con capacidad de dirección y decisión que abarquen el plantea en su conjunto.

El guión de mi intervención en el seminario se encuentra en:




[1] Al tener noticia a través de los compañeros de USO de este conflicto, desde FITEQA-CCOO tomamos diversas iniciativas, dirigiéndonos a nuestra Sección Sindical de CEPSA para informarles y plantearles la necesaria solidaridad, a la dirección de CEPSA emplazándoles a aplicar sus compromisos de Responsabilidad Social también a los contratistas de sus filiales, y a los sindicatos y trabajadores colombianos expresando nuestra implicación solidaria en su acción sindical.

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